
CICLO DE CINE COLOMBIANO "La Langosta Azul"
sábado, 31 de mayo de 2008
JUNIO 6 - CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA, Francesco Rosi (1987)

domingo, 25 de mayo de 2008
MAYO 30 - LA MANSIÓN DE ARAUCAIMA, Carlos Mayolo (1986)

Por Kalia Ronderos
La Mansión de Araucaima es uno de los largometrajes de Carlos Mayolo, rodado en 1986. Cuenta la historia de seis personajes que viven en una Hacienda que lleva el nombre del film donde conviven en un “estado de equilibrio interno” bajo el cuidado de don Graci.
El tema a reflexionar en film del director Carlos Mayolo, La Mansión de Araucaima, es la construcción del personaje bajo la estética del esperpento planteada por el dramaturgo español Ramón María del Valle- Inclán. Cada uno de los caracteres de los personajes de la película están inspirados en el cuento homónimo del autor Álvaro Mutis, donde se configuran como habitantes o individuos dentro de una microsociedad que vendría a ser la hacienda. Los personajes asumen papeles prototipo como el guardián, el piloto, el mecenas o el fraile, entre otros. Cada uno es presentado en el film a través de un subtítulo y en el rol que asume o asumirá dentro de la mansión. En este lugar se expondrá un equilibrio interno, al plantearse las reglas, las responsabilidades, los oficios y las jerarquías que tiene cada uno al interior de la hacienda pero que será quebrantado por la llegada de Ángela. Todos los personajes, a mi forma de ver, pueden pensarse de algún modo como marginados o marginales.
En su planteamiento, Valle Inclán propone una visión crítica de la realidad desde la forma. Sus personajes no se acercaban a los requerimientos estéticos de belleza, sino que al contrario comenzaron a entrar a escena y a protagonizar caracteres que a finales del siglo XIX e inicios del XX eran silenciados. Son los personajes cotidianos o personajes tipo que dan la otra cara de la sociedad, criticando y evidenciando la crisis que en su momento se encontró la España contemporánea a él. Desde éste punto de vista, creo que es pertinente ver a los personajes araucanianos, como seres que encarnan lo mundano de la sociedad, lo hedonista del ser humano, la fragilidad, el caos, el placer, el desborde, el voyerismo, sadomasoquismo, etc.
Bajo la óptica de la estética del esperpento, la propuesta de esta microsociedad expone una realidad social “deformada” o no convencional en el sentido en que no comparten sus hábitos con el mundo que está afuera de ella, pero donde sus habitantes son conscientes y complacientes de sus propios deseos, manteniendo una sincronía en su cotidianidad. Dicha “deformación” apunta a una revisión profunda de la conciencia y las personas, al explicitar una realidad dolorosa, pero necesaria si se quiere rectificar las cosas.
Los esperpentos manifiestan una sociedad en crisis, que admite y alienta la conservación de los más aptos; una sociedad que propicia el la aventura, la trampa, la mentira, el poder; que admite a todos, y que a todos les encuentra un lugar; que si bien ubica a sus criaturas, las desdibuja, las deforma, las desvaloriza; en la que las tradiciones ya no existen, desplazadas por las nuevas costumbres igualadoras.
Un ejemplo de ello sería la Machiche, representada por Vicky Hernández, quien encarna una mujer poderosa, dominante, posesiva, territorial, vaginal y placentera. No es una mujer de castos valores y convive con todos los hombres de la casa… les brinda placer y se regodea del placer que ellos le proporcionan. Y es precisamente la defensa de ese poder de mujer que se alerta con la entrada de Ángela, la que la hace entrar en el juego de desborde que lleva al quiebre del equilibrio interno de la mansión. En cada uno de ellos sucede lo mismo por la intromisión de esta muchacha, desatándose una tragedia final que todos de alguna forma onírica o intuicionista preludiaban.
Hay una burla a la realidad sin que ésta deba ser cómica, los sueños premonitorios generan visos surrealistas, que contrastan con lo cotidiano de las escenas de la grabación del comercial de un hotel de la región donde Ángela es la protagonista. Lo que Valle Inclán hace como dramaturgo es estetizar su visión de la realidad de los marginados, y presentarla en escena, pero siempre desde su conciencia creadora. Lo cual ya es un paso adelante, en relación con su medio y su época. De alguna forma, se está abriendo camino para las otras realidades que en el film de encarnan tanto en los personajes como en el espacio y la atemporalidad.
La presencia de la muerte como personaje fundamental dentro del esperpento es otro punto de enlace con La Mansión de Araucaima. El abuso del contraste y la mezcla de mundo real y de pesadilla, son otros de los elementos propuestos por el dramaturgo en su estética del esperpento, que creo aparecen dentro del film aunque con mayor claridad en el cuento de Mutis.
domingo, 18 de mayo de 2008
MAYO 23, TIEMPO DE MORIR, Jorge Alí Triana (1985)

TIEMPO DE MORIR, 1985.
Sinopsis: Juan Sáyago sale de la cárcel después de pagar una condena de dieciocho años por haber matado en duelo a Raúl Moscote. Quiere recuperar el tiempo perdido y volver a vivir. Busca a su novia que se cansó de esperarlo y debe enfrentar el acoso implacable de los hijos de Moscote, criados en la obsesión de la venganza. Es otra vez el tiempo de morir... o de matar.
Elenco: Gustavo Angarita, Sebastián Ospina, Maria Eugenia Dávila, Jorge Emilio Salazar, Lina Botero, Nelly Moreno, Carlos Barbosa, Edgardo Román.
MAYO 16 - CÓNDORES NO ENTIERRAN TODOS LOS DÍAS, Francisco Norden, (1984)

Cóndores no entierran todos los días, del director Francisco Norden, estrenada en 1984, es un largometraje ficcional basado en la novela del mismo nombre del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal. Con este film sobre la violencia de los años 50, ganó premios en los festivales de cine de Biarritz, Chicago, Huelva, La Habana, Bienal de Bogotá y Figuereira da Foz.
Creo pertinente realizar un acercamiento a la lectura de este film, pensándolo como una vuelta a la memoria, donde algunos de los artistas colombianos como Santiago García, Carlos José Reyes en teatro y más adelante el mismo Norden en cine, buscaban generar un arte político y reflexivo en el cual hallaron, además, una forma y un medio para hablar sobre los procesos históricos vividos nacionalmente. Es una generación que pensaba en su historia, que pretendía que ésta no pasara de largo, como aún sigue siendo, y en un emprendimiento creativo e intelectual desarrollaron este film y obras de teatro como Soldados o Guadalupe años sin cuenta. Las temáticas de violencia e intolerancia señalan constantemente la injusticia, la lucha por el poder y el dominio económico.
Como parte del contexto actual colombiano, el paramilitarismo, el terrorismo de estado y la lucha armada en Colombia, hacen parte de un largo proceso de guerra que no responde a condiciones aisladas, sino que al contrario, es resultado de una acumulación de hechos que han provocado el estado actual de guerra. Creo pues importante remarcar que históricamente la carencia de una memoria, de un reconocimiento del pasado, hacen que la violencia colombiana se haya consolidado como endémica, convirtiéndose hoy en uno de los países con mayor índice de desapariciones, muertes y asesinatos, como forma de dominio político.
Hechos como la masacre de las bananeras, el Bogotazo, el exterminio de la UP, la ola del sicariato y hoy el paramilitarismo, muestran una clara falta de memoria y compromiso con el país. Gustavo Álvarez Gardeazábal, dentro de la mesa redonda "La novela de la Violencia" en la cátedra Jorge Eliecer Gaitán organizada en la Universidad Nacional de Colombia, realizó una comparación entre la novelística de la Violencia en Colombia y el proceso de la novelística de la Revolución Mexicana: "De la Revolución Mexicana todos saben lo necesario: sus detalles, sus fracasos, sus crímenes, sus personajes. Es historia patria y forma parte funcional de la educación de todo joven mexicano. En cambio, de la Violencia en Colombia ni los hijos ni los nietos de las víctimas conocen el fenómeno. Apenas si recuerdan que a su padre o a su hermano, a su tío o a su abuelo los mataron por cuestión política. Lo demás no interesa o al menos no se refleja exteriormente. El olvido que les impuso el sistema ha sido casi mágico: huérfanos de la Violencia, desterrados de sus tierras, viudas desamparadas, todos olvidaron prácticamente todo. El proceso de las democracias hereditarias colombianas ha hecho lo demás. Nadie asusta al contrario con el espanto del asesino o del instigador principal. Las fronteras de los partidos se fueron perdiendo y el odio que podía haber mantenido la fábula desapareció por encanto".
Creo pues, que hoy podemos ver figuras tan antiguas y violentas como las que relata Norden en su película con Los Pájaros, en agrupaciones como las llamadas “Las Águilas Negras” o en acciones como las masacres, los asesinatos, las mutilaciones o la aparición de cuerpos en los ríos, entre otras. Es un proceso que desde inicios del siglo XX se ha mantenido latente, conviviendo en nuestro imaginario colectivo, pero frente al cual, paradójicamente, no hemos tomado conciencia, volviéndonos así, irreflexivos, y manteniendo una posición pasiva y poco crítica frente a nuestra realidad. Norden con su película hace un llamado al pasado, colocándonos frente a un hecho histórico concreto que también nos habla de nuestro presente; nos abre un espacio para la reflexión.

Por: Diana Gutiérrez
“Cóndores no entierran todos los días” de Francisco Norden, estrenada en Colombia en 1984, narra la historia de Ángel Maria Lozano alias “El Cóndor”, un hombre que motivado por su causa política, se encargó de dirigir el asesinato de los liberales de Tulúa, municipio Vallecaucano. Ésta vez, utilizando la forma del cine de ficción, Norden recompone la historia del líder de Los Pájaros, “El Cóndor” y dispone su narración en una línea de acciones cronológica y hechos que suceden bajo el modelo canónico del cine clásico, por causa – efecto. El film, sistematiza además varios de los elementos de este modelo clásico, en el que se lucha por un objetivo: la toma del poder por parte de uno de los dos partidos (liberales y conservadores). Entre el planeamiento y la resolución, acontecen toda una serie de acciones, situaciones y hechos que desarrollan la historia (asesinatos a los liberales de la región, toma del poder por parte de los conservadores, posición de la iglesia, amenazas e intimidaciones a los conservadores que quedan en la región, atentado – envenenamiento a Ángel María Lozano), hasta la resolución final que termina con la muerte del protagonista.
Hablar de esta película nos lleva, irremediablemente, a hablar del cine político en Colombia, país cuya industria cinematográfica se ha formado de manera aislada, bajo cuestiones ideológicas y de presupuesto particulares en cada director –apoyo estatal, cine independiente, estudiantil, político, comercial-, ésta misma falta de unidad no ha permitido institucionalizar una u otra tendencia más fuerte que la otra, sin embargo, el intento de Norden con películas como Cóndores…. y Camilo el cura guerrillero, que hacen referencia a la situación política de las décadas del 60 y 70, son revelantes no sólo para la historia del cine colombiano, sino para pensar en el cine como herramienta de reflexión, más allá del espectáculo y de su calidad lúdica, objetivos del cine político. “Cóndores no entierran todos los días”, toca el tema de la violencia partidista en Colombia en un momento de radicalismos políticos e ideológicos, que desencadenaron el periodo más largo de violencia en el que permanece el país desde hace más de una cincuentena de años.
La iglesia es uno de los focos en los que centra la película, en el que se puede ver también esta radicalización y polarización ideológica al ponerse del lado del conservatismo; la iglesia es la institución moral que condena a los liberales y celebra el modo de proceder de los conservadores; la frase célebre de León Maria Lozano “Es cuestión de principios”, es quizás, la más diciente y en la que se encuentra reunida todas las claves para la interpretación. Este hombre que en principio se ha mostrado tranquilo, trabajador y con principios inviolables y radicales de lealtad a su partido, se transforma poco a poco en el cabecilla de “Los pájaros”, y, es por este mismo código ético que lo rige, que se convierte en un asesino. Cóndores es una película que a pesar de las condiciones en las que se produce, alcanza un alto nivel de análisis del origen del conflicto en Colombia, lo que la convierte en un documento valioso y de revisionismo histórico en la actualidad, provocando críticas y debates en torno al tema de la violencia.

BOLETÍN DE PRENSA No 002
COLECTIVO COLOMBIANO DE CINE
MAYO 9 - CAMILO, EL CURA GUERRILLERO. Francisco Norden, (1974)
